viernes, 6 de agosto de 2010

Honrar, honra.

Mucho se ha escrito en los últimos meses en los blogs con la temática de Cuba sobre la situación en la Isla. La huelga de hambre de Guillermo Fariñas, la liberación - leáse destierro - de algunos de los presos de conciencia, las marchas de las Damas de Blanco, los actos de repudio a la madre del fallecido - leáse asesinado - Zapáta Tamayo, el papel de Morantinos y de la Iglesia Católica  entre otras muchas cosas.

Me ha provocado un gran disgusto ver como se puso de moda en algunos de esos blogs burlarse del comportamiento o las acciones de los disidentes dentro de la Isla atacando su aspecto físico o dudando y ridiculizando sin pruebas, sus denuncias, actividades y argumentos, llegando incluso a acusarlos de forma velada y a veces no tan velada de agentes castristas. Me imagino la alegría que representó eso para las instituciones cubanas que tienen a su cargo esa misma tarea, encontrar quién les haga el trabajo, dentro del propio exilio, de manera gratuita y espontánea tiene que haber sido motivo de celebraciones en esos oscuros departamentos.

No quisiera ser mal interpretada; discrepar, disentir, oponerse, diferir, discordar, diferenciarse, divergir son derechos necesarios que tienen que ser ejercidos si queremos avanzar en el camino hacía la verdad y la democracia. Pero esos derechos no tienen porque ser ejercidos deshonrando al objeto de nuestra discrepancia, sobretodo cuando ese objeto está defendiendo lo que supuestamente queremos todos, el derrocamiento de una forma u otra de la Dictadura Castrista. Nuestro idioma es tan rico que no hay necesidad alguna de utilizar la burla y el choteo cuando una persona se juega la vida en una huelga de hambre, asistida o no, pero que indiscutiblemente puede conllevar a su muerte. O cuando un ciudadano que disiente de la dictadura dentro de la isla denuncia que ha sido golpeado o detenido ilegalmente. Hay cosas con las que por decencia no se juega.

Como dijera nuestro apostol: Honrar, honra. Yo le agregaría lo opuesto:  Deshonrar, deshonra.

1 comentario:

  1. ¡Qué bella, Dolores! Gracias por esas palabras llenas de cubanía y respeto. Saludos de otra cubana que como Ud. también reside en Canadá. ¡La sigo desde ya!

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